Tres puntos importantes que debes conocer sobre el PH (balance entre acidez y alcalinidad) de tu sangre. Clave para la salud.

Nuesro PH depende de lo que comemos y bebemos.
Cuando el organismo se acidifica, se facilitan las enfermedades de tres formas fundamentales:
a) El primero, se encuentra ligada a la actividad de las enzimas. Estas son las pequeñas obreras en el origen de todas las transformaciones bioquímicas que tienen lugar en el cuerpo, y de las que dependen el buen funcionamiento de órganos (hígado, riñón, bazo, etc.).
Para que las enzimas funcionen correctamente necesitan un entorno óptimo de pH, o de lo contrario su actividad se verá perturbada o hasta interrumpida totalmente.
Cuando se produce un desequilibrio en el pH, se presentan enfermedades, y en el caso de pérdida de este equilibrio, el cuerpo ya no puede seguir funcionando pudiendo ocasionar hasta la muerte.
b) El segundo, se debe a la agresividad de los ácidos presentes en exceso en los tejidos, de hecho antes de ser neutralizados por las bases, irritan los órganos con los que se hallan en contacto, promoviendo procesos inflamatorios dolorosos, pérdida de la función o lesiones en los tejidos.
En este proceso participan los órganos encargados de eliminar los ácidos fuertes, como son la piel y los riñones. Una gran parte de los eccemas (lesión exudativa generalmente de la piel), urticarias (lesión productiva de la piel), pruritos (área del cuerpo con comezón), así como eritema (enrojecimientos de la piel), se deben a la irritación causada por la acidez del sudor.
Un ejemplo puede ser cuando la densidad y el pH de la orina se encuentra muy ácida, al momento de orinar se puede presentar dolor, ardor, inflamación; promoviendo padecimientos como uretritis o cistitis que son generalmente problemas de tipo infeccioso.
La agresión ácida a los diferentes tejidos puede provocar en el caso de las articulaciones dolor (artritis), en los nervios (neuritis) y en los intestinos (enteritis, colitis, etc.). Una infección puede fácilmente sobre añadirse a los trastornos ya mencionados, dado que las lesiones de las mucosas, permiten a los microorganismos penetrar fácilmente en los tejidos, ya que generalmente por la acción ácida puede encontrarse disminuida la acción del sistema inmune, favoreciendo la colonización microbiana o viral.

c) El tercero, se debe al hecho de que toda persona que se acidifica, se desmineraliza inevitablemente, ya que el cuerpo debe ceder los minerales básicos para neutralizar los ácidos. Esta desmineralización puede afectar a cualquier órgano, pues los minerales básicos se encuentran en todos los tejidos.
Los problemas más conocidos implican al sistema musculo-esquelético así como a los dientes. Los huesos se descalifican, pierden su resistencia y su flexibilidad, tanto que se pueden fracturar con facilidad, perdiendo masa ósea (osteoporosis), inflamación a nivel de las articulaciones, fractura a nivel de los cuerpos vertebrales que pueden causar compresión nerviosa (ciática), a nivel de los dientes éstos se pueden volver frágiles y quebradizos al desmineralizarse, sensibles a los alimentos fríos o calientes, desarrollando caries con facilidad.
También la desmineralización debilita al cabello, condicionando pérdida en su brillo y caída en abundancia; las uñas se doblan y se fracturan al menor choque; la piel se reseca o se cuartea; las encías se deforman, se vuelven sensibles y sangran.
La acidez de la sangre es considerada la causa principal y única del CANCER.

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